viernes, 15 de noviembre de 2013
Carmen Martín Gaite, El cuento de nunca acabar
¿Un cuaderno de todo?
“Yo, antes de esto, ya había tenido en mi vida muchos cuadernos al uso, como es de suponer. Pero, tanto en mis etapas escolares como en las de aprendiz de novelista, les había asignado siempre un menester específico a cada cual. Y la diferencia estaba en que ahora, en éste, se me invitaba y daba permiso a meterlo todo desordenado y revuelto, sin más contemplaciones ni derecho de primacía, según fuera viniendo, como en esos cajones de los cuartos de jugar que no presentan más tope para seguir admitiendo objetos que la circunstancia de estar ya llenos”.
Carmen Martín Gaite, El cuento de nunca acabar.
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